Un innovador método para paliar el dolor crónico único en Latinoamérica acaba de incorporar el Hospital San Camilo en una paciente secuelada de un tumor que le dejó un dolor neuropático invalidante severo y que pese a diversos tratamientos, no ha podido eliminar.
El método consiste en un parche que debe ser aplicado y retirado por un médico, y que afecta las células nerviosas de la piel asociadas al dolor, lo que provoca una disminución de la actividad de estas células nerviosas y una menor sensación de dolor.
“La Incorporación de este parche que tiene un costo de 400 mil pesos, nos permite tratar pacientes con dolor neuropático periférico localizado, provocado por neuralgias post herpéticas (secuelas de herpes zoster) o neuralgia post quirúrgicas que son dolores muy poco tratables y que por lo tanto afectan e invalidan el diario vivir de los pacientes durante años”, señaló el Dr. José Antonio Meneses, anestesista jefe del programa del dolor no oncológico del Hospital San Camilo.
De acuerdo al profesional, gracias a las gestiones de las autoridades se pudo incorporar de manera pionera en el establecimiento a través de un plan piloto que comienza con tres pacientes.
Lo anterior lo ratifica el Dr. Fernando Sánchez, quien concurrió al establecimiento para mostrar la técnica de uso de este medicamento.
“El San Camilo es de los primeros hospitales que lo están usando y es una innovación internacional incluso, ya que a nivel de Latinoamérica, Chile es el único país en comercializarlo. En la práctica, el dolor neuropático periférico es producido por un nervio que está dañado, es como si los cables eléctricos se cruzan, entonces quiere decir que a la persona tu la tocas y le duele porque activa el dolor. Este parche anda súper bien porque produce como si fuera una poda del nervio sobre las vías delgadas donde está produciéndose el dolor. Esta poda dura tres meses, oportunidad en que hay que colocar uno nuevo y así por una año, momento en que el dolor debiera reducirse considerablemente”.
Y eso es justamente lo que espera con ansias Marcela Flores Orellana, proveniente del sector de Santa Rosa, Llay Llay, quien hace casi 15 años debió ser intervenida por un tumor intramedular, que la dejó con un dolor neuropático invalidante severo el cual fue tratado por muchos tratamientos y medicamentos, sin poder eliminar el dolor de forma permanente.
“Quiero agradecer a todos el equipo del hospital San Camilo, en especial al Dr. José Antonio Meneses, además de las enfermeras y tens, quienes pese a los años han hecho posible de que yo esté ahora acá probando un nuevo medicamento para el dolor. Tengo fe y la plena confianza de que esto va a resultar. Hay que mostrar las cosas buenas también y yo estoy orgullosa de este hospital, muy contenta de todo el personal y su parte humana, que es lo más importante ya que uno no es un número más, sino que se considera como una familia”.