Para que no demuelan su local pues recién le extirparon un tumor cancerígeno:

Dos tremendos problemas está enfrentando el dueño de la Bodega ‘El Clérigo’ de Putaendo, Arturo Zúñiga. El primero es de salud, un cáncer que lo tiene muy complicado, y el otro legal porque pasado mañana jueves, por mandato judicial, van a demoler su bodega ubicada en un terreno que en vida le facilitó el ex alcalde Roberto Martínez Jarufe quien falleció hace algún tiempo.

Viviana Urquieta es pareja del afectado y en conversación con nuestro medio lamentó todo lo que está pasando Arturo, recordando que él se puso a trabajar en ese lugar, borde río, «levantando piedra tras piedra en la bodega. Es el único productor de chicha que queda en la zona de Putaendo, licores artesanales; él representa en todos los lugares a la comuna y está pasando por una delicada situación. El día 25 de septiembre él fue diagnosticado con un cáncer, un tumor que se encuentra en la cabeza del páncreas. Con ese diagnóstico fue ingresado en el Hospital San Camilo y luego de 17 días de hospitalización, la doctora Susan Retamales decidió que había que operarlo porque el tumor tenía células cancerígenas. El 25 de octubre fue operado, gracias a Dios el tumor fue extraído».

El procedimiento al que fue sometido es una operación para extirpar la cabeza del páncreas, la primera parte del intestino delgado (duodeno), la vesícula biliar y el conducto biliar. Los órganos restantes se reconectan para que pueda digerir los alimentos normalmente después de la cirugía.

Reconoce Viviana Urquieta que la recuperación es lenta, «por lo que nos dijo la doctora, un año aproximadamente va a estar con alimentación como papillas. Hoy día está hospitalizado en el San Camilo, gracias a Dios salió de la UCI, estuvo diez días en UCI, no sabemos si esta semana lo dan de alta a la casa. Hoy día estamos esperando eso, pero se va a ir con cuidados extremos en todo, no puede hacer fuerza, eso significa que ya a todas las ferias no va a poder ir tan fácilmente por cuanto la familia vamos a tener que asumir, él tiene seis hijos de los cuales tres son menores de 20 años», dice.

– Pero aparte del drama por esta enfermedad que está enfrentando, tiene otro tema que es judicial, van a demoler este jueves su bodega.

– Sí, tiene un tema judicial, está con orden de demolición, no es primera vez que lo enfrenta; la verdad hemos pedido varias veces que le den alguna solución al tema. Yo hablé con don Mauricio Quiroz, fue muy amable conmigo cuando fui a hablar con él a mediados de octubre, y él no tuerce la mano al juez.

– ¿Por qué es la demolición, es un terreno fiscal de Bienes Nacionales, municipal?

– Ese terreno no tiene definición, es del río por tanto es el río que debiera decir si sale o no sale. Arturo ha presentado muchas veces documentos, el abogado que lo estaba patrocinando es Héctor Pérez, pero yo no sé la verdad qué más podemos hacer. Arturo ha presentado todos los documentos, hay unos vecinos ahí que podrían estar haciendo una presión, no lo sabemos, yo no sé quiénes son los querellantes. El abogado me dice lo mismo, como que no tiene nombre, pero sí sabemos que hay personas que están ahí. ¿Por qué les molesta Arturo ahí? Ahora si le pudieran dar una concesión, porque además Arturo es una persona que se dedica a trabajar, no se dedica a pelear con nadie; él lleva cuántos años trabajando en esto, es conocido en todas partes, yo he ido a ferias con él. Estuve cuatro días porque yo fui por él a la feria Catapilco, conocido allá, todos saben que es de Putaendo y él donde va nombra a Putaendo.

– Señora Viviana, ¿qué espera con hacerlo público, que la justicia, el juez, tome conciencia y evite esta demolición?

– Qué hagan algo porque hoy día nosotros estamos atados de manos, porque Arturo no puede hacer nada hoy día. ¿Qué puede hacer?, estando enfermo, ¿puede hacer algo?… Nada. No sé si ustedes han ido o conocen donde tiene la bodega, él ha puesto piedra por piedra, entonces sacarlo de ahí, ¿dónde?. Lo que pedimos es que le den espacio donde él pueda trabajar, él ya ha tenido una demolición en primer momento, ahora en marzo estuvo de nuevo con otra.

– ¿Ahora la última se viene el jueves?

– El jueves. Ahora a nosotros nos avisó el abogado, por lo menos yo no he visto llegar a la casa el aviso; yo no sé cómo está funcionando con todo esto nuevo, pero tenemos de aquí al jueves. Imagínese, él está en cama, no se va a poder levantar, no se puede mover si no lo dan de alta, y todas tenemos que seguir trabajando porque la enfermedad de él no es una que vaya a salir barata, hay medicamentos especiales, alimentos especiales. Ahí él tiene un trabajador, todos conocen al Yoyo, también está asustado porque dice «me voy a quedar sin trabajo».