“Para mí es muy importante ser el representante del municipio para homenajear a estos dos emblemáticos asistentes de la educación. Es hermoso porque se les entregó el cheque del retiro y ahora se despiden de nosotros. Ya nos habíamos acostumbrado a ellos, con don Danilo y con don Juan cuando se les han encomendado sus funciones. Ahora ellos van a ser libres y ya no se van a preocupar de que mañana tienen que salir temprano a trabajar. Feliz por ellos, porque seguramente se van a dedicar a sus familias y a su gente y eso es muy importante para mí”, comentó emocionado el alcalde Zamora.

Ambos homenajeados se mostraron agradecidos del gesto. Sin embargo, no ocultaron sentir cierta nostalgia porque extrañarán sus trabajos.

“Son sentimientos encontrados. Estoy contento porque me llegó el finiquito y me voy, pero a la vez es una etapa que se quema y voy a echar de menos a los niños. Estoy acostumbrado a los estudiantes. Todavía queda mucho para salir adelante”, expresó don Juan Bravo.

“Mi contrato era de inspector en el liceo pero siempre hice otras cosas. Teníamos un vivero al que, hasta ahora, sigo asistiendo. Han pasado tantas cosas que de repente uno se va con algo de pena. Como todos los ciclos, hay que terminarlos, pero me voy con la satisfacción de que lo que me tocó hacer, lo hice bien. Agradezco a mucha gente, sobre todo a la gente de Educación que me dio siempre la oportunidad de hacer muchas otras cosas”, manifestó don Danilo Calderón.

Por motivos de fuerza mayor, no estuvo la señora Cecilia Piuzzi, directora del DAEM, pero ella también quiso darles un mensaje de despedida: “Les envío mis saludos y mis agradecimientos por los años de entrega y la labor realizada por y para los niños de nuestra comuna. Muchas gracias”, recalcó.