Como todos los Domingos publicamos una crónica hecha llegar a nuestro medio por, por Christian Rodrigo Nuñez La Rosa, Cronista y recopilador de Historias. para Putaendo Informa.

El caso más extraordinario ocurrido en Chile y que ubica al Medium Jaime Galté como un ser con poderes fuera de este mundo.

Sin lugar a dudas que uno de los temas más apasionantes para el hombre es la vida posterior a la muerte, la incógnita de saber que pasara con nosotros cuando llegue ese día, ha inspirado una cantidad incalculable de Libros, Películas y relatos por doquier alrededor del mundo, muchos de ellos tomados de las diferentes religiones o experiencias de tipo personal que se han transmitido de generación en generación.

Tampoco es menor la cantidad de personas que dice poseer la capacidad de comunicarse con personas del “más allá”, son los auto denominados “Medium”.

Una gran cantidad de ellas no pasa de ser unos simples charlatanes que se aprovechan de personas desesperadas, que están pasando por estados depresivos o simplemente ante la soledad y la tristeza de haber perdido a un ser querido, con la esperanza de volver a tener un contacto ya sea físico o espiritual.

Pero el caso de Jaime Galté Carré es realmente extraordinario y escapa a cualquier lógica, llamando la atención incluso de los más escépticos entre los cuales me incluyo. Su historia es realmente fascinante. Jaime Galté Carré, quien se convertiría años más tarde en el médium más famoso de Chile, nació en Santiago en 1903. A los 27 años se tituló de abogado en la Universidad de Chile, asumiendo la cátedra de derecho procesal en la Escuela de Leyes de Valparaíso y trabajando posteriormente como abogado en el diario La Nación y el tribunal de cuentas de la Contraloría General de la República. Como hijo único de padre masón, fue un destacado miembro de la Gran Logia de Chile, de la cual llegó a ser Gran Orador.

Sin embargo, este culto abogado santiaguino se haría conocido no sólo por su destacado ámbito profesional, sino que también por sus sorprendentes capacidades psíquicas, ya a los 18 años Galté tuvo la primera percepción de sus capacidades paranormales.

Su padre había fallecido tres años antes y su familia había quedado en una mala situación económica, él en su cumpleaños tuvo un sueño. Soñó que viajaba a Valparaíso y se dirigía a un hotel donde su fallecido padre lo esperaba en la habitación N° 28. Cuando se encontró con su padre éste le informó que un abogado porteño llamado Rafael de la Veau tenía títulos e instrucciones en un sobre sellado donde había, además, un reloj, una argolla y 1.900 pesos que era toda una fortuna una  para la época. Cuando Galté despertó, y pese a ser un joven racional, viajó a Valparaíso y ubicó al abogado De la Veau, quien le confirmó la existencia de un sobre reservado para él. Cuando lo abrió, su gran sorpresa fue que efectivamente estaban los 1.900 pesos, un anillo, un reloj y varios títulos, tal como había aparecido en su sueño.

Posteriormente Jaime conocería a Ricardo Prat Chacón, hermano de Arturo, el héroe del combate naval de Iquique, que desde 1875 pertenecía a un grupo espiritista en Valparaíso al que también pertenecía Arturo Prat. Durante esas sesiones él se hizo conocido en el puerto.

Se cuenta que cuando Ricardo Prat conoció a Galté y lo convenció de que tenía un don que debía desarrollar y poner al servicio de sus prójimos, lo invitó a una reunión mediúmnica. En aquella reunión Galté entró en trance, pidió lápiz y papel y escribió un mensaje enviado por un marinero del barco “Itata”, que se estaba hundiendo en ese mismo momento. En el mensaje el marinero revelaba la existencia de un dinero en una casa y pedía repartirlo entre la mujer que amaba y su madre. Prat y Galté intentaron comprobar el presunto hundimiento de la nave en la Gobernación Marítima del puerto, pero allí les informaron que el barco “Itata” seguía navegando sin novedad en aguas chilenas. Decepcionados, los amigos se retiraron del lugar, pero horas más tarde, al pasar frente a las oficinas del diario El Mercurio de Valparaíso vieron el siguiente mensaje: “Se acaba de hundir el Itata”. Tiempo después, comprobaron la existencia del marinero fallecido, encontraron la casa indicada por él y les entregaron el dinero a las dos mujeres.

A partir de esa increíble experiencia, Galté se involucró cada vez más con el mundo espiritual y se dedicó a leer, estudiar y participar en grupos mediúmnicos. Su capacidad innata de médium le permitió “recibir” en su cuerpo a varios espíritus como un tal Mister Lowe, un filósofo y humanista que, con sus mensajes cargados de sabiduría y humanidad, deleitaba a los miembros de la Sociedad Chilena de Parapsicología que se reunían todos los domingos a estudiar los fenómenos extrasensoriales. Algunos de estos mensajes fueron taquigrafiados e incluso grabados. Los testigos que oyeron estas cintas aseguran que la voz que salía por la boca de Galté era una voz muy extraña y de marcado acento británico.

Quizás la más sorprendente de los espíritus que se alojaba en el cuerpo de Galté cuando este actuaba como médium fue un doctor extranjero llamado Eric Halfanne, quien en su vida terrenal había sido un médico suizo alemán que trabajó en América y falleció en Bolivia en 1906; supuestamente, a través del trance el fallecido doctor europeo se comunicaba con los pacientes que requerían sus servicios y era capaz de entregar recetas avanzadísimas para la época.

La manera cómo se presentó por primera vez este espíritu fue bastante curiosa. Según cuenta Sonia, hija del Galté, la familia Bachelet buscó ayuda para curar a Liliana, tía de la actual Presidenta Michelle Bachelet y hermana del general Alberto Bachelet, quien a los 14 años estaba aquejada de una enfermedad renal. La familia le pidió a Galté que invocara el espíritu de su pediatra, que había muerto pocos meses antes. Cuando el médium entró en trance les dijo que ese médico no podía venir porque estaba ocupado en otros trabajos en el mundo espiritual, pero que otro médico vendría a ayudar. Entonces se presentó el Dr. Eric Halfanne, quien diagnosticó certeramente a la enferma y le recetó una medicina que no existía por entonces.

Se cuenta que cuando Jaime Galté entraba en trance y se “convertía” en el doctor Halfanne, escribía con una letra distinta a la suya y firmaba las recetas como el Dr. Halfanne. Lo increíble es que la mayoría de las veces sus diagnósticos eran certeros. En una oportunidad le prescribió a un paciente unas vacunas en etapas de experimentación en el Instituto Pasteur de Francia.

Galté atendía gratuitamente a cualquiera que le solicitase los servicios y nunca negó su ayuda a nadie, ni aun cuando estaba gravemente enfermo al final de sus días. Después de unos años, Galté podría trabajar mediumnicamente a distancia. Recibía el nombre de la persona enferma y sus síntomas. Se desdoblaba y se dirigía en espíritu, a la casa del paciente, acompañado del Dr. Eric Halfanne, quien era obviamente quien hacía las curas.

El fallecido escritor chileno Miguel Serrano también acudió una vez a Galté por una parálisis psicosomática y, una vez tratado, su mal desapareció. Se dice que Serrano intentó agradecerle a Galté por sus servicios prestados, ya que lo vio venir, pero luego éste desapareció de su vista en la habitación. El problema es que en ese mismo momento Galté se encontraba a muchos kilómetros de distancia. Muchos testigos aseguran que no sólo el espíritu del doctor Halfanne se encarnó en Galté, pues a veces, cuando éste entraba en trance se sentaba al piano y tocaba con verdadera maestría obras de Chopin, pese a que no sabía tocar instrumento alguno. También se dice que pintaba y tenía visiones proféticas del futuro.

Se cuenta que cada vez que Jaime Galté entraba en trance, sufría un gran desgaste físico y emocional, lo que fue haciendo mella en su organismo. Pese a que no sentía dolencia alguna, una vez el doctor Eric Halfanne le anunció que sufriría una enfermedad incurable: cáncer. Galté guardó el secreto de su mortal enfermedad y sólo lo anunció cuando llegó el día de su muerte, el 1 de noviembre de 1965: “Hoy es el día”, les dijo a sus cercanos. Tenía 62 años cuando falleció.

¿Y usted, ha tenido algún sueño que posteriormente se haya cumplido?

Nos vemos la próxima semana.