Señor Patricio Gallardo

Administrador

Diario Putaendo Informa

Presente

 

Putaendo, 25 de octubre de 2023

 

 

Estimado Patricio:

 

Antes que nada expresamos nuestros agradecimientos a este medio por la difusión de la carta previa manifestando nuestro descontento y franca oposición a las acciones del municipio referente a la obstaculización progresiva de los caminos de nuestra comuna con los famosos lomos de toro.

 

Agradecemos también, y no es de extrañar, la masiva expresión de apoyo de los habitantes de Putaendo entero ya que, por las razones expuestas previamente, los reductores de velocidad no son una solución para la seguridad del tránsito sino una pésima y onerosa medida que afecta a todos los que usamos de una u otra manera las calles.

 

Lamentable resulta confirmar que las autoridades hacen recaer la responsabilidad de las medidas que éstas toman en terceros, conformados por grupos de presión que exigen por cuenta propia y con carácter de urgente, según el municipio, que se obstaculice el tránsito de vehículos como solución a su inquietud.

 

Hacemos notar que el mandato de la ciudadanía a sus representantes elegidos no es que éstos cedan a presiones de unos u otros grupos en detrimento o en contra de los derechos de otros, sino la de encontrar las mejores soluciones.

 

La libertad de uno se termina dónde empieza la de los demás.

 

La inmensa mayoría de nosotros, los ciudadanos comunes, no tenemos tiempo ni ánimos de hacer protestas o manifestaciones externas ni mucho menos de exigir más o menos violentamente que se haga nuestra voluntad. Eso no significa que no existamos.

 

Reafirmamos que la seguridad vial depende del respeto a las disposiciones que establece el reglamento del tránsito de parte de los conductores y de los peatones, y que por lo demás así ha sido desde que se inventó el automóvil y que los carruajes iban tirados por caballos. Y los lomos de toro aparecieron apenas ayer.

 

 La libertad y la seguridad de los desplazamientos vehiculares se ven menoscabados y la vida de los que circulamos por las calles se hace más difícil con los lomos de toro.

 

Los lomos de toro no evitan que haya peatones, ciclistas y conductores descriteriados, distraídos, intoxicados o agotados, o que los dueños de mascotas y animales de cría no los tengan debidamente confinadas en su propiedad. Son sólo un obstáculo, por definición, que afecta a todos los conductores como si fueran todos ellos culpables y debieran ser castigados.

 

Por qué se han multiplicado los reductores de velocidad en todo el país en los últimos pocos años, siendo que autos y motos y camiones y caminos y cruces y curvas y colegios y poblaciones y centros comerciales han existido siempre? Sólo hay que ver lo absurdo de los lugares en que algunos están puestos o proyectados y lo que las municipalidades pagan por ellos para hacerse una idea de cuál parece ser el motivo profundo.

 

En los próximos días, y si el director de este medio lo permite, publicaremos una lista con las municipalidades chilenas con la menor cantidad de lomos de toro instalados, o de aquellas que no han sucumbido a esta tendencia nefasta, junto con el procedimiento cómodo y abreviado para el cambio de inscripción de nuestros vehículos para el pago de los próximos permisos de circulación.

 

Si las autoridades persisten en su afán de hacernos la circulación y la vida más difícil, no lo harán con nuestros recursos, y seguramente no con nuestro voto.

Atentamente,

Vecinos de Quebrada de Herrera, Piguchén, Quebrada de Silva, Quebrada de Guzmanes y de todo Putaendo.