La Ley 21.075, recientemente modificada por el Legislativo, regula la recolección, reutilización y disposición de aguas grises, permitiendo regar viveros, plantas leñosas, cultivos de flores y algunas especies frutales.

Fuente: Losandesonline

A partir de la reciente modificación en el Legislativo de la ley 21.075 que regula la recolección, reutilización y disposición de aguas grises, estas comenzarán a ser utilizadas para el riego de cultivos silvoagropecuarios, como lo son cereales, viveros, plantas leñosas, cultivos de flores y algunas especies frutales. 

Las aguas grises son consideradas todas las aguas servidas domésticas residuales provenientes de las tinas de baño, duchas, lavaderos, lavatorios y otros, las cuales la medida busca fomentar su reutilización en el rubro de la pequeña agricultura como una forma de enfrentar la escasez hídrica y hacer frente a los efectos del cambio climático.

Carlos Faúndez, académico de la Escuela de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), precisó a Los Andes Online  que se mantiene la prohibición de su uso para el riego de frutas y hortalizas que crecen a ras de suelo y que suelen ser consumidas crudas por las personas o también que sirvan de alimento a animales que pueden transmitir infecciones a la salud humana.

“La aprobación del uso de aguas grises en el sector silvoagropecuario para riego es beneficioso considerando la mega sequía que enfrenta Chile hace 14 años y los diversos aumentos de escasez hídrica en el país. Este proceso va a requerir esfuerzos por parte de los productores para poder adaptar sus sistemas de riego y también grandes responsabilidades para no contaminar los cauces superficiales y subterráneos”, explicó el docente.

En ese sentido es primordial que las aguas grises no entren en contacto con las napas freáticas, también conocidas como capas freáticas, que son una acumulación de agua subterránea que se encuentra a escasa profundidad del nivel del suelo, de la cual la humanidad se abastece de agua dulce mediante los pozos y fuentes de agua.  

A criterio del académico PUCV, los efectos del uso de las aguas grises en la agricultura y el impacto nacional de la medida dependen de la eficiencia de aplicación del riego por parte de los agricultores.

“Si el agricultor riega de forma responsable con aguas grises no deberían alcanzar las napas freáticas, sin embargo, si el agricultor riega en grandes cantidades de manera irresponsable o con una eficiencia de aplicación de riego baja, es muy probable que estas aguas puedan lograr alcanzarlas y contaminar”, aseveró el agrónomo.