La parroquia San Antonio exige en tribunales la entrega del emblemático recinto donde la unión comunal de organizaciones sociales [UCOS] solicita dinero a las juntas de vecinos para pagar abogados y evitar el desalojo.

Por Patricio Gallardo M.

El ex teatro Cervantes, emblemático recinto donde alguna vez las antiguas generaciones se reunían de manera obligada para ver las primeras películas que llegaban en esos años a la comuna o donde también se realizaban actividades culturales y otras más, vive horas cruciales sobre su futuro toda vez que la parroquia pretende realizar una millonaria remodelación de la mano de Procultura y por otro lado la unión comunal de organizaciones sociales se niega a entregar el recinto por tener comodato vigente, lo que actualmente ha llevado a una batalla legal del conflicto.

En los últimos días algunos dirigentes han confirmado que dese la UCOS están solicitando la suma de $20.000 a cada junta de vecinos asociada para pagar los honorarios de abogados y evitar que se pueda ordenar un desalojo o entrega obligada del recinto, pues dicha organización mantiene aún un comodato vigente por otros 3 o 4 años más de dicho recinto.

Quisimos conocer la postura y opinión de padre Vicente Montenegro, debido a que el ex Teatro Cervantes se encuentra bajo la administración de la parroquia de Putaendo. El padre Vicente, recordó que el primer comodato que le fue entregado hace muchos años atrás a la UCOS se fundamentó que en ese entonces no habían infraestructura para albergar a las distintas organizaciones, mientras que el segundo comodato que también le fue entregado a la UCOS, se colocaron como condiciones algunas obligaciones, en un proceso de restauración el cual no se ha cumplido, por lo que hoy, están solicitando judicialmente la entrega del recinto para ser reparado y ocupado por toda la comunidad.

“No puedo opinar por lo que usted me pregunta y ellos están en su derecho de pedir dinero a sus organizados, lo que yo puedo decir es que la intención nuestra de recuperar el ex Teatro Cervantes primero es restaurarlo, modernizarlo, no podemos esperar que el teatro colapse y sigan pasando los años sin ninguna mejoría y restauración, este recinto no presta el servicio a toda la comunidad y no se está cumpliendo con el carácter social que se comprometió esta organización y da una pena enorme ver que por años ha estado cerrado y solo al servicio de algunos, y repito no de toda la comuna, y eso es lo que nosotros queremos recuperar pues queremos que el recinto esté abierto de verdad para todos y con un sentido social y de pertenencia de toda la comuna, lo que hasta la fecha y con el paso de los años no ha ocurrido, ellos incluso pidieron un comodato de 30 años mas que por supuesto el obispado lo rechazó, pues en todos estos años solo remodelaron una parte del patio y nada más, el resto, está abandonado y pasa prácticamente cerrado a la comunidad y eso es lo que queremos cambiar”

¿En qué se encuentra el proceso judicial actualmente?

“Nosotros solicitamos la presencia de un perito judicial que certificara el incumplimiento de lo acordado en el comodato, queremos la restitución del recinto a pesar de que ellos tienen tres o cuatro años aún de comodato vigente. Se realizó una audiencia el 4 de octubre y ellos argumentan en su favor que no han podido cumplir con las obligaciones establecidas en el comodato por el estallido social y luego por la pandemia, lo que es totalmente falso, pues, desde antes de ambos episodios no han hecho nada para preservar, restaurar el recinto y menos han cumplido el carácter social de poner a disposición de toda la comunidad el recinto, por lo que es un argumento totalmente falso el que han colocado como defensa, nosotros no esperaremos a que el recinto se caiga y siga en el abandono que hoy está, por lo que confiamos en que este proceso judicial sea favorable, pues hay que decirle a la comunidad que el recinto no lo venderemos ni lo entregaremos a nadie. Lo queremos reparar, remodelar y será administrado por la parroquia y estará abierto a toda la comunidad y nunca más veremos ese hermoso lugar cerrado y abandonado como hoy está”. Señaló el padre Vicente Montenegro Lazo.

Finalmente el sacerdote dijo que desde un principio en las conversaciones que mantuvieron con la UCOS esperaron un gesto de su parte, entendiendo que no era un capricho pedirles la entrega del recinto, pero, que la idea siempre ha sido, es y será, recuperar un lugar patrimonial, arquitectónico y cultural de una pertenencia enorme para toda la comunidad y devolverle el sitial que siempre debió tener, sobre todo, en lo relacionado al tema social.