Por el kinesiólogo Mario Salazar Aravena, licenciado en kinesiología con experiencia en el área rehabilitación hospitalaria y deportiva y la colaboración de la kinesióloga Rocio Gonsalez Rojas, diplomada en prescripción y aplicación del ejercicio físico basado en la evidencia UCH   

En la oportunidad anterior, se hablo del rol del ejercicio como medio terapéutico contra las enfermedades en función a la búsqueda de disminuir el uso de fármacos frente a las diferentes patologías.

Hoy queremos profundizar en una de las patologías más recurrente en la población chilena; LA DIABETES MELLITUS.

Para ser más precisos, según la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes, nos dice que existe un 12,3% de diabéticos en la población. Cifra que va en un fuerte aumento y nos pone entre los países con más alta frecuencia de diabetes a nivel mundial. Esto va a la mano del aumento de la obesidad que actualmente está alrededor del 34,4% en la población mayor a los 15 años.

La Diabetes Mellitus es una enfermedad que se genera cuando el páncreas no es capaz de generar suficiente insulina o cuando el organismo no es capaz de utilizar tal hormona.

La función de esta hormona es llevar el azúcar al interior de las células para ser transformada en energía. Cuando este proceso no ocurre el azúcar se acumula en la sangre generando fallas en los diferentes sistemas (Visual, cardiovascular, renal, etc.).

Por otro lado, el efecto del ejercicio en pacientes con DM, es que incrementa la sensibilidad a la insulina (entre otros efectos). Esto se notará al iniciar la práctica de entrenamientos de forma habitual con la necesidad de reducir ligeramente las dosis de insulina o de aumentar el aporte de hidratos de carbono antes, durante y/o después del ejercicio. Uno de los fenómenos más habituales es la aparición de hipoglucemias después del ejercicio, las cuales pueden presentarse hasta 12-24 horas después de acabar la actividad. Por ello, es importante consultar con un especialista un plan que genere posibles cambios en la pauta de insulina y dosis de hidratos de carbono.

¿Que ejercicio debo realizar?

Este debe cumplir con la preferencia y disponibilidad de horario que posea cada persona, con la idea que estos  puedan mantener la actividad  en el tiempo. Respecto al tipo de ejercicio, se debe preferir al de tipo aeróbico por sus efectos hipoglucemiante. Estos se caracterizan por su larga duración, donde se realiza esfuerzo contaste del sistema respiratorio y cardiaco. Ejemplos de ello es trotar, nadar, ciclismo, baile, entre otros.

¿Que efectos positivos nos generara llevar una practica deportiva de forma aeróbica?

a-Los efectos serán mejorar la sensibilidad a la insulina como transportador.

b-Aumento de la utilización de glucosa por el músculo, esto contribuye a evitar la hiperglucemia.

c-Reducción de las necesidades diarias de insulina

d- Aumento del gasto energético y de la pérdida de grasa, que contribuye a controlar el peso corporal y evita la obesidad.

e-Mejoría en general de la presión arterial y función cardiaca, etc.

En conclusión, el ejercicio físico programado, adaptado a los gustos y horarios de cada persona, siendo el de tipo aeróbico será muy beneficioso para personas con DM.

Debemos inculcar en la comunidad la practica deportiva para que en un futuro el ejercicio no sea medio terapéutico, si no, en su mayoría, preventivo.

Realicen practica deportiva de manera constante, busquen grupos de ayuda o de practica deportiva de su comunidad. Evitemos que esta patología se apodere de nuestro sistema de vida”.