Por Nicolás Toro Herrera (psicólogo).

Es tan natural en estas fechas escuchar el comentario: “espero que se cumplan tus deseos”, pero a que alude el termino deseo, si nos basamos en la definición de la RAE, el deseo es el afecto que se necesita para conseguir algo, pero que no necesariamente por tener deseo se conseguirá, debido a que no se visualiza la motivación (conducta que se acciona para conseguir un objetivo).

En ocasiones cuando se habla o narra una idea o pensamiento, será necesariamente deseo o se basará más en la fantasía (suceso mental que no sea a cumplido aún), como podrán visualizar la línea del deseo y la fantasía es tan delgada para generar confusión en nuestros anhelos y solicitudes al terminar un año.

Para no entrar en un debate teórico, es necesario tener la claridad que al momento de pedir prosperidad para el próximo año o año entrante, se tenga la capacidad de diferenciar, si yo necesito más deseo o fantasía en mi vida. Recordando que el deseo es el afecto de la situación que se solicita y la fantasía un suceso mental que no ha ocurrido y que no necesariamente se asocia a los afectos.

El conflicto de la fantasía o deseo es cuando no se realiza con motivación, ya que la motivación desde un punto de vista metafórico es el combustible para conseguir o satisfacer desde una necesidad básica hasta una elaborada como la autorrealización en un ámbito de la vida.

Al otro que está leyendo esta columna, espero que tenga una prosperidad y esfuerzo continuo para que la fantasía se cumpla y el deseo tenga un objetivo concreto. Recordando que la vida es un continuo cambio e inestabilidad emocional que al no ser expresada generara conductas cíclicas sin cumplir la fantasía o no conseguir un deseo concreto.

Nicolás Toro Herrera (psicólogo)

ntoroherrera@gmail.com